diumenge, 15 de maig del 2011

Intento formular mi experiencia de la guerra

INTENTO FORMULAR MI EXPERIENCIA DE LA GUERRA
Gil de Biedma


Fueron, posiblemente,
los años más felices de mi vida,
y no es extraño, puesto que a fin de cuentas
no tenía los diez años.

Las víctimas más tristes de la guerra
los niños son, se dice.
Pero también es cierto que es una bestia el niño:
si le perdona la brutalidad
de los mayores, él sabe aprovecharla,
y vive más que nadie
en ese mundo demasiado simple,
tan parecido al suyo.

Para empezar, la guerra
fue conocer los páramos con viento,
los sembrados de gleba pegajosa
y las tardes de azul, celestes y algo pálidas,
con los montes de nieve sonrosada a lo lejos.
Mi amor por los inviernos mesetarios
es una consecuencia
de que hubiera en España casi un millón de muertos.

A salvo de los pinares
-pinares de la Mesa, del Rosal, del Jinete!-,
el miedo y el desorden de los primeros días
eran algo borroso, con esa irrealidad
de los momentos demasiado intensos.
Y Segovia parecía remota
como una gran ciudad, era ya casi el frente
-o por lo menos un lugar heroico,
un sitio con tenientes de brazo en cabestrillo
que nos emocionaba visitar: la guerra
quedaba allí al alcance de los niños
tal y como la quieren.
A la vuelta, de paso por el puente Uñés,
buscábamos la arena removida
donde estaban, sabíamos, los cinco fusilados.
Luego la lluvia los desenterró,
los llevó río abajo.

Y me acuerdo también de una excursión a Coca,
que era el pueblo de al lado,
una de esas mañanas que la luz
es aún, en el aire, relámpago de escarcha,
pero que anuncian ya la primavera.
Mi recuerdo, muy vago, es sólo una imagen,
una nítida imagen de la felicidad
retratada en un cielo
hacia el que se apresura la torre de la iglesia,
entre un nimbo de pájaros.
Y los mismos discursos, los gritos, las canciones
eran como promesas de otro tiempo mejor,
nos ofrecían
un billete de vuelta al siglo diez y seis.
Qué niño no lo acepta?

Cuando por fin volvimos
a Barcelona, me quedó unos meses
la nostalgia de aquello, pero me acostumbré.
Quien me conoce ahora
dirá que mi experiencia
nada tiene que ver con mis ideas,
y es verdad. Mis ideas de la guerra cambiaron
después, mucho después
de que hubiera empezado la postguerra.


Comentario:
Biedma nos cuenta que la gente piensa que los niños son las víctimas más tristes, pero en realidad se equivocan porque su experiencia le dice que eran felices porque jugaban a guerreros y se podían sentir personas adultas, importantes.
Pero después de la guerra todas esas ideas cambiaron ya que se dio cuenta que eso no era felicidad tan solo una bella imagen de la guerra, si es que la puede haber, claro.
Durante la guerra no se consideraba una víctima ya que él disfrutaba con aquel mundo a su medida. Después de la guerra a cambiado de opinión ya que cree que los niños están indefensos en medio de una batalla que no va con ellos, aunque crean ser capaces de controlar lo todo.




dimarts, 10 de maig del 2011

Ángel González

Sergi Comas
1HS2

Ángel González
Poeta, catedrático y ensayista español nacido en Oviedo en 1922.Fue maestro, licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y periodista por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Miembro de la Real Academia Española, fue galardonado con multitud de premios por sus distintas obras .Falleció en Madrid el 12 de enero de 2008.

Poema: Para que yo me llame Ángel González,             


Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...

El poema nos muestra una crítica del autor hacia él mismo, abandonando su nombre para hacer una reflexión sobre lo que el es en el mundo y así verse como un extraño dentro la multitud y a la vez uno más , pues él no es diferente al resto de los que le rodean o los que estuvieron antes que el .El autor muestra cierto pesimismo viéndose a si mismo de forma patética: yo no soy mas que el resultado/un escombro tenaz que se resiste/que avanza por caminos que no llevan a ningún sitio.
 El autor nos muestra una visión personal de sí mismo demostrando que las personas son mucho más que simples nombres, mejores o peores, aunque todos realmente seamos iguales
 Ángel González usa una poesía llena de contrastes, discurre entre lo efímero y lo eterno, características que llevan al lector a divagar y soñar en los temas del amor y de la vida, y en este poema el autor mantiene estos estilos haciendo un poema con mucho valor formal, que nos habla sobre la vida y el sentimiento que despierta ésta para él mismo.

dimarts, 3 de maig del 2011

Ejercicio Textos Narrativos

Alberto Cordobés Rodríguez
1. Lee el siguiente cuento y responde a las preguntas que tienes a continuación:
CRIMEN EJEMPLAR
Hacía un frío de mil demonios. Me había citado a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrán. No soy de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como una deidad inalterable. Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando le dicen a uno a las siete y cuarto, lo mismo da que sean las siete y media. Tengo un criterio amplio para todas las cosas. Siempre he sido un hombre muy tolerante: un liberal de la buena escuela. Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. Que yo sea puntual a las citas no obliga a los demás sino hasta cierto punto; pero ustedes reconocerán conmigo que ese punto existe. Ya dije que hacía un frío espantoso. Y aquella condenada esquina abierta a todos los vientos. Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez. Las ocho. Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo dejé plantado. La cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra, un poco chapado a la antigua, si ustedes quieren, pero cuando digo una cosa, la cumplo. Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabe en la cabeza el faltar a una cita. Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media, y Héctor sin venir. Yo estaba positivamente helado: me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía el pecho, me dolía el pelo. La verdad es que si hubiese llevado mi abrigo café, lo más probable es que no hubiera sucedido nada. Pero ésas son cosas del destino y les aseguro que a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, nadie podía suponer que se levantara aquel viento. Las nueve menos veinticinco, las nueve menos veinte, las nueve menos cuarto. Transido, amoratado. Llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho. Con su grueso abrigo gris y sus guantes forrados:
-¡Hola, mano!
Así, sin más. No lo pude remediar: lo empujé bajo el tren que pasaba.
                          

                                                                Max Aub (1903-1972)
Sobre los personajes

1.1. ¿Cómo es el protagonista? ¿Cómo se presenta? ¿Tiene que ver su carácter con el desenlace del relato?
El protagonista es  un hombre que está esperando a un amigo suyo pero la tarda tanto que finalmente le empuja a la vía del tren cuando llega. El personaje se describe a sí mismo como alguien muy liberal y elástico que acepta con resignación a su amigo pues cree que puede haber un margen de espera. Su carácter si acaba afectando a su reacción final  ya que por muy liberal que sea no acepta tanto retraso y mata a su amigo.

1.2. ¿Y Héctor? ¿Te lo imaginas? ¿Es un personaje opuesto al protagonista? Descríbelo brevemente.
Creo que es una persona despistada que se olvida fácilmente de las cosas. Seguramente sí. El único detalle que dan en la historia es que llega muy tarde a la cita así que seguramente será un despistado, un irresponsable, un tio con mucho morro y un desconsiderado.
Sobre el narrador
1.3. ¿En qué persona está narrado el texto? ¿A quién se dirige con sus palabras el narrador? Subraya todas las referencias que hace a los lectores. 
El texto esta narrado en primera persona y se dirige a los lectores.

Sobre el espacio  
 1.4. Describe el espacio en el que sucede la historia. ¿Cómo está el día? 
Es un día nublado, con mucho viento y con un frio glacial.

Sobre el tiempo
5. Subraya todas las referencias temporales que aparecen en el relato. ¿Es importante el transcurso del tiempo para la historia? Explícate bien. 
Es realmente importante en la historia pues condiciona la actitud del protagonista que espera a su amigo, ya que a medida que aumenta el tiempo también se ve como aumenta la rabia del protagonista.

Sobre la estructura
1.6. Indica la estructura del relato
         - Planteamiento: Rojo
          - NudoVerde
          - Desenlace: Azul