dimarts, 3 de maig del 2011

Ejercicio Textos Narrativos

Alberto Cordobés Rodríguez
1. Lee el siguiente cuento y responde a las preguntas que tienes a continuación:
CRIMEN EJEMPLAR
Hacía un frío de mil demonios. Me había citado a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrán. No soy de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como una deidad inalterable. Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando le dicen a uno a las siete y cuarto, lo mismo da que sean las siete y media. Tengo un criterio amplio para todas las cosas. Siempre he sido un hombre muy tolerante: un liberal de la buena escuela. Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. Que yo sea puntual a las citas no obliga a los demás sino hasta cierto punto; pero ustedes reconocerán conmigo que ese punto existe. Ya dije que hacía un frío espantoso. Y aquella condenada esquina abierta a todos los vientos. Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez. Las ocho. Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo dejé plantado. La cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra, un poco chapado a la antigua, si ustedes quieren, pero cuando digo una cosa, la cumplo. Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabe en la cabeza el faltar a una cita. Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media, y Héctor sin venir. Yo estaba positivamente helado: me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía el pecho, me dolía el pelo. La verdad es que si hubiese llevado mi abrigo café, lo más probable es que no hubiera sucedido nada. Pero ésas son cosas del destino y les aseguro que a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, nadie podía suponer que se levantara aquel viento. Las nueve menos veinticinco, las nueve menos veinte, las nueve menos cuarto. Transido, amoratado. Llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho. Con su grueso abrigo gris y sus guantes forrados:
-¡Hola, mano!
Así, sin más. No lo pude remediar: lo empujé bajo el tren que pasaba.
                          

                                                                Max Aub (1903-1972)
Sobre los personajes

1.1. ¿Cómo es el protagonista? ¿Cómo se presenta? ¿Tiene que ver su carácter con el desenlace del relato?
El protagonista es  un hombre que está esperando a un amigo suyo pero la tarda tanto que finalmente le empuja a la vía del tren cuando llega. El personaje se describe a sí mismo como alguien muy liberal y elástico que acepta con resignación a su amigo pues cree que puede haber un margen de espera. Su carácter si acaba afectando a su reacción final  ya que por muy liberal que sea no acepta tanto retraso y mata a su amigo.

1.2. ¿Y Héctor? ¿Te lo imaginas? ¿Es un personaje opuesto al protagonista? Descríbelo brevemente.
Creo que es una persona despistada que se olvida fácilmente de las cosas. Seguramente sí. El único detalle que dan en la historia es que llega muy tarde a la cita así que seguramente será un despistado, un irresponsable, un tio con mucho morro y un desconsiderado.
Sobre el narrador
1.3. ¿En qué persona está narrado el texto? ¿A quién se dirige con sus palabras el narrador? Subraya todas las referencias que hace a los lectores. 
El texto esta narrado en primera persona y se dirige a los lectores.

Sobre el espacio  
 1.4. Describe el espacio en el que sucede la historia. ¿Cómo está el día? 
Es un día nublado, con mucho viento y con un frio glacial.

Sobre el tiempo
5. Subraya todas las referencias temporales que aparecen en el relato. ¿Es importante el transcurso del tiempo para la historia? Explícate bien. 
Es realmente importante en la historia pues condiciona la actitud del protagonista que espera a su amigo, ya que a medida que aumenta el tiempo también se ve como aumenta la rabia del protagonista.

Sobre la estructura
1.6. Indica la estructura del relato
         - Planteamiento: Rojo
          - NudoVerde
          - Desenlace: Azul

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